Después de las fiestas, te queda una hermosa flor de Pascua. ¿Qué haces ahora? Si quieres seguir cuidando tu flor de Pascua, ¡sigue estos consejos!
Las flores de Pascua no se pueden trasplantar durante la mayoría de las estaciones invernales. Deben tratarse como una planta de interior. La temperatura ideal es entre 67 y 70 grados Fahrenheit durante el día y entre 60 y 65 grados Fahrenheit durante la noche.
Evite las áreas que sean demasiado calientes o frías, ya que las flores de Pascua son sensibles a los cambios de temperatura. Estas áreas incluyen colocarlas directamente frente a ventanas, corrientes de aire y cerca de calentadores. Si tiene una encimera o piso de mármol, granito o baldosas, ayudará a mantenerlas frescas y no a irradiar calor. También puede usar iluminación interior si no hay suficiente luz solar.
Mantén la tierra húmeda mientras crece y riégala solo cuando la tierra se sienta seca. Es posible que tengas que volver a plantarla en una maceta con agujeros de drenaje. Quita la cubierta decorativa cuando llegue el momento de regar. Deja que el agua se escurra antes de volver a colocar la flor de Pascua en su maceta.
Riegue 1 o 2 veces por semana y rocíe el follaje mientras esté en el interior. Esto le proporciona humedad a la planta y es mejor hacerlo por la mañana. Las flores de Pascua regadas en exceso hacen que las hojas se caigan amarillas. Las flores de Pascua regadas en forma insuficiente hacen que las hojas se sequen y se enrosquen y que el tallo se arrugue. Si la mitad de las hojas se caen, riegue menos.
Las flores de Pascua son más tediosas de cuidar y puede resultar complicado mantenerlas. Puede que resulten intimidantes, pero te permitirán tener flores de Pascua frescas para la próxima temporada de invierno.